Cultura

 Citar como

 

Temas en la agenda nacional

Este apartado de la ficha técnica sobre la Comisión de Cultura revisa los temas relevantes de la agenda nacional en la materia.[1] El análisis se hace a partir de un eje temático: las principales estrategias señaladas en el Programa Nacional de Cultura 2001-2006 (PNC), del presidente Vicente Fox.[2] Además, se hace una revisión hemerográfica de diferentes periódicos para identificar las diversas posturas de distintos sectores de la sociedad respecto de los temas culturales en México.

De acuerdo con el PNC, las prioridades para la administración 2001-2006 son:

-  Ampliación de la infraestructura cultural. A lo largo del sexenio se crearon diversas instituciones en diferentes puntos del país.[3] Este ha sido también uno de los temas más relevantes para la opinión pública, en particular, la construcción de la Megabiblioteca “José Vasconcelos” en la colonia Buenavista, del Distrito Federal.

-  Ciudadanización de la política y quehacer culturales. Este tema fue de suma relevancia, sobre todo al principio del sexenio, y, aunque se retiró parcialmente de la agenda pública hacia el año 2003, es preciso tomarlo en cuenta y analizar las diferentes posturas al respecto dado que es uno de los puntos centrales del PNC.

-  Legislación cultural. Resulta importante atender lo relativo a la legislación porque hubo intentos de hacer varias reformas durante el presente sexenio, algunas de las cuales se llevaron a cabo y otras no. Aún cuando se lograron consensos para aprobar o rechazar diversas iniciativas, la iniciativa de Ley de Fomento y Difusión de la Cultura impulsada por el presidente Vicente Fox permaneció pendiente de dictamen al final del segundo período ordinario del tercer año de sesiones de la LIX Legislatura. De manera que el análisis de la agenda pública en materia legislativa se centrará en la mencionada iniciativa de ley para comprender las diferentes posturas de los sectores social, académico y público.

-  Industrias culturales. El tema de las industrias culturales ha adquirido cada vez mayor relevancia en la agenda pública y resulta un tema pendiente desde la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC). Cabe recordar que Canadá dejó fuera su industria cultural ante el reconocimiento de que no podía competir con la industria estadounidense; mientras que México no respondió de la misma manera, lo que, de acuerdo a varias voces, generó una crisis para algunas industrias culturales, en particular la cinematográfica.[4]

 

La opinión pública en la prensa

 

Entre el 1 de enero de 2000 y el 29 de mayo de 2006 se publicaron 9 mil 894 notas periodísticas en los periódicos Reforma, El Universal y La Jornada sobre asuntos culturales (ver cuadro 1).  

 

Cuadro 1: Notas de prensa sobre cultura en

tres diarios de circulación nacional

Periódicos consultados

Cantidad de notas encontradas

Reforma

3,000

Universal

3,524

Jornada

3,370

Total

9,894

 

 

 

 

 

Los datos que se presentan a continuación son resultado de una búsqueda hemerográfica en los tres periódicos mencionados arriba y ofrecen información sobre la cantidad de veces que diversos actores se pronunciaron en relación con los cuatro aspectos de las políticas culturales: ampliación de infraestructura, ciudadanización de la política y el quehacer cultural, legislación cultural e industrias culturales (cuadro 2). Dentro del rubro “Poder Ejecutivo” se incluyen las opiniones del presidente de la República o de los funcionarios del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) o cualquier institución federal relacionada con la cultura; el “Poder Legislativo”contempla a diputados o senadores de la LIX Legislatura; el “sector académico”, a los investigadores dedicados a las políticas y legislación cultural; y el “sector social”, a todos aquellos que trabajan en el ámbito de la cultura en instituciones privadas, organizaciones no gubernamentales e instituciones públicas, y que son afectados por las decisiones que se toman desde los diferentes poderes.

El Poder Ejecutivo es quien más declaraciones ha hecho sobre la ampliación de la infraestructura cultural, seguido de diversas organizaciones de la sociedad civil, mientras que el Poder Legislativo, junto con el sector social han sido quienes más se han pronunciado en relación con la legislación en materia de cultura. Por su parte, el sector académico ha hecho mayor número de menciones sobre el impulso de las industrias culturales.

A continuación se detalla cada rubro.

 

Cuadro 2: Desglose de notas de prensa por tema y sector

Temas a tratar

Poder Ejecutivo

Poder Legislativo

Sector académico

Sector social

Total

Ampliación de infraestructura cultural

76

11

35

58

180

Ciudadanización de la política y el quehacer culturales

17

0

11

28

56

Legislación cultural

24

35

20

36

115

Impulsar el desarrollo de las industrias culturales

56

16

65

62

199

Total

173

62

131

184

550

 

 

Ampliación de infraestructura cultural

 

De acuerdo con el análisis de las notas de prensa, el Poder Ejecutivo hizo mención de la infraestructura cultural en 76 ocasiones, el Poder Legislativo lo hizo en 11 ocasiones y los sectores social y académico en 58 y 35 veces, respectivamente. A manera de ilustración sobre este tema, baste analizar algunas opiniones recogidas en la prensa en torno a la Megabiblioteca “José Vasconcelos”.

Las posturas al respecto han sido variadas. Algunos académicos y trabajadores de la cultura han sostenido que se trata de un proyecto que promueve la lectura, abre un nuevo espacio que estéticamente llama la atención e invita a nuevos públicos, aunque expresan algunas críticas. Por ejemplo, el arquitecto Teodoro González de León, encargado de la obra, consideró que “va a alentar la lectura”; por su parte, el poeta Alí Chumacero expresó que “si está bien manejada, que creo que lo será, podrá ser sumamente útil para el desarrollo general de la alta cultura”, mientras que el artista plástico José Luis Cuevas señaló que “estas obras son suficientes e importantes para fomentar la cultura, porque de alguna manera todo esto hace que la gente visite este lugar”. El escritor Emmanuel Carballo dijo que es “el inicio, culturalmente hablando, de una nueva etapa en la vida de México” y el director de Canal 22, Enrique Strauss, declaró que “le faltan muchas cosas, pero lo importante es que está, que se haya hecho”.[5]

Sin embargo, hay posiciones menos optimistas sobre este proyecto. Por ejemplo, Jean Payeur, director general de la biblioteca pública quebequense Gabrielle Roy considera que “Las megabibliotecas están bien, sí; pero hay que pensar en construcciones de ese tipo cuando se encuentran satisfechos los requerimientos de los barrios, cuando existe un público ... que tiene el hábito de la lectura”.[6] Asimismo, otras voces, como las de los escritores Carlos Monsivais, Elena Poniatowska y Margo Glantz, han señalado que la biblioteca central es contraria a uno de los planteamientos de la actual administración del fomento del federalismo. Esta opinión coincide con lo expresado por Lourdes Praga, directora del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo, quien preguntaba “¿Por qué no fortalecer las bibliotecas centrales de los estados, que en muchas ocasiones no tienen las condiciones adecuadas de infraestructura? Me parece contradictorio que no podamos encontrar un equilibrio que beneficie en un porcentaje más equitativo a los estados de la República”.[7]

En respuesta, Sari Bermúdez, directora del CONACULTA comentó que se han abierto “500 bibliotecas y 3 mil 465 salas de lectura en todo el país... en 2004, primer año de obras para la construcción de la Nueva Biblioteca Nacional “José Vasconcelos”, se invertirán 415 millones de pesos” y agregó que “absolutamente ningún centavo de CONACULTA se está aplicando para este nuevo proyecto, son recursos adicionales”.[8]

Otras opiniones especializadas en torno a la megabiblioteca: el maestro de teatro, José Ramón Enríquez sostiene que “aunque estoy a favor de la creación de infraestructura, me parece que ese proyecto no tiene sentido. Es un gasto que no se sabe para dónde va, pues un país de lectores no necesariamente se instrumenta con una megabiblioteca”;[9] y Vicente Quirarte explicó que al principio del sexenio el presidente Fox anunció que se crearía la biblioteca nacional de México y que el Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM tuvo que enviarle una carta “para recordarle que esa institución ya existía, que la había creado el presidente Juárez hace más de cien años”.[10]

El presidente Vicente Fox calificó a la megabiblioteca como “la joya de la corona” que será “una catedral majestuosa, un cerebro eficaz, para darle movilidad al tema de la lectura”. Sin embargo, las opiniones expuestas arriba insisten en que ha hecho falta una planeación cuidadosa del proyecto. Al respecto, Pablo García Sáinz, director del Patronato de la Biblioteca José Vasconcelos, explicó que los pendientes son “la definición de sus políticas, el nombramiento del director especializado”, entre otros. Aunado a esto, una nota del periódico El Universal revela que “a los vecinos nadie les ha informado sobre los servicios que dará la obra de infraestructura cultural más importante del sexenio”.[11]

Al inaugurar la Biblioteca José Vasconcelos, el presidente Vicente Fox sostuvo que “el gobierno de la República cumple con su compromiso de modernizar el servicio de bibliotecas del país... es el cerebro central de una red de 7 mil 100 bibliotecas, una red que una a la biblioteca más modesta con este majestuoso recinto del saber y del leer”. Por su parte, los miembros del Congreso de la Unión, “por conducto de la Comisión Permanente”, demandaron a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) “que audite el Fideicomiso de la Biblioteca Vasconcelos respecto de 2005, para verificar si las autoridades cumplieron con las 14 observaciones graves, referidas a la construcción del inmueble y la adquisición de bienes que se les formularon”.[12]

El proyecto de la megabiblioteca, según revelan las diferentes opiniones, está aún por concluir: desde partes de la construcción hasta la formación de lectores que acudan a llenar el espacio. Al mismo tiempo, resta por verse la evolución de esta biblioteca: la gestión de recursos, la adquisición de libros, el modo en que incidirá en sus alrededores, en la política cultural nacional y en el programa Hacia un país de lectores.

 

Ciudadanización de la política y el quehacer cultural

 

Si bien aparece como una de las estrategias primordiales en el PNC, este tema ha sido el que menos impacto ha tenido en la agenda pública. Prueba de ello son las escasas 56 notas periodísticas que tratan el tema de un total de 550 consultadas. El Poder Ejecutivo se ha pronunciado 17 veces en relación con el tema, el Poder Legislativo no lo ha hecho en ninguna ocasión, de acuerdo con la prensa escrita, mientras que el sector social lo hizo en 28 veces y el sector académico en 11.

Al principio del sexenio, cuando se publicó el PNC, hubo una serie de reacciones y referencias a la ‘ciudadanización de la cultura’, que, de acuerdo con Eudoro Fonseca, titular de la Dirección Nacional de Vinculación y Ciudadanización, remite a la intención de “restituir el lugar central que deben tener los ciudadanos en los procesos de construcción de dicha política”. En este sentido, Fonseca, reconoció que “el verbo ciudadanizar, acuñado por el presidente Vicente Fox para designar el eje rector de su política cultura, es un neologismo, que no habita en ningún diccionario”.[13]

Por su parte, el escritor Juan Villoro expresó que el concepto de “ciudadanización de la cultura no tiene ningún fundamento interesante, sustentable, además que tiene que ver con una carencia de proyectos y de objetivos” y agregó que a su juicio “en vez de plantear programas culturales significativos, se delega la responsabilidad a encuestas, sondeos de opiniones y otras formas del plebiscito para actuar culturalmente”.[14]

El Poder Ejecutivo proponía acercar la cultura a la sociedad y fomentar la participación ciudadana. Por su parte, el sector académico se pronunció de manera tajante ante el neologismo y no aceptaron su uso, razón por la cual dicho concepto ha desaparecido de la agenda pública.[15] Los legisladores, por su parte, guardaron silencio al respecto y los grupos sociales aprovecharon la propuesta para demandar espacios y autonomía en el campo cultural.

 

Legislación cultural: Ley de Fomento y Difusión de la Cultura

 

Esta ha sido uno de los temas que en los últimos meses cobró suma importancia en la agenda pública, en especial a partir de octubre de 2005, cuando la directora de CONACULTA, Sari Bermúdez, presentó la iniciativa de Ley de Fomento y Difusión de la Cultura ante el Congreso de la Unión. El Poder Ejecutivo se ha pronunciado 24 veces al respecto, el Poder Legislativo 35, el sector académico 20 y el sector social 36. En total ha habido 115 notas relacionadas con el tema de las 550 que se consultaron.

Se ha elegido la iniciativa de ley mencionada, aunque permanece pendiente de dictamen, para ejemplificar las diferentes posturas sobre la legislación cultural. Se trata del tema de mayor incidencia en la prensa nacional. Los detalles sobre la ley se abordan en un apartado posterior, sobre la Situación actual de la Comisión de Cultura, aquí se exponen las posiciones de los diferentes sectores al respecto.[16]

El gobierno federal presentó la iniciativa de ley mencionada en octubre de 2005 para su dictamen y discusión antes del cierre del segundo periodo ordinario de sesiones, es decir, en diciembre del mismo año. Sari Bermúdez expresó que hacía falta “promover la reforma del marco legal que conduzca al reconocimiento constitucional del derecho de todo mexicano a la cultura” y que “confiera al CONACULTA una personalidad jurídica que le permita ejercer plenamente su función rectora”.[17] Los diputados de la LIX Legislatura señalaron a Sari Bermúdez, cuando fue llamada a comparecer en septiembre de 2005, que estaban esperando la iniciativa de ley del Poder Ejecutivo y que ya no había tiempo para trabajar de manera adecuada al respecto. De manera que la falta de consenso y tiempo aplazó la discusión sobre este tema.

La iniciativa fue impulsada desde la Cámara de Senadores para su aprobación en la Cámara de Diputados, sin embargo, los sectores social y académico se pronunciaron en contra de dicha iniciativa y expresaron que hacía falta revisar el texto. Los miembros del Parlamento Alterno de Cultura y Educación, integrado por 52 organizaciones sociales, así como del Colectivo de Sindicatos del Sector Cultura de la Secretaría de Educación Pública (SEP), realizaron una serie de manifestaciones que presionaron para que no se aprobara dicho dictamen. Argumentaban que éste no reunía “los requisitos de una ley de coordinación. No establece la distribución de atribuciones que corresponde a cada uno de los tres órdenes de gobierno, ni las reglas de colaboración administrativa entre ellos” y agregaban que “es una ley centralista y antidemocrática”.[18]

Los legisladores han tenido posturas diferenciadas al respecto, razón por la cual no se pudo dictaminar dicha iniciativa. El diputado Inti Muñoz expresó que la ley “fue hecha al margen de la comunidad artística e intelectual del país”,[19] mientras que el diputado José Antonio Cabello Gil explicó que se trata de una iniciativa “de última hora y México merece una Secretaría de Cultura. Fortalecer al CONACULTA es revolcar más al gato”.[20] Por su parte, el antropólogo Gilberto López y Rivas expresó que la propuesta “pretende privatizar la cultura y subordinar el INAH, el INBA y todas las instituciones culturales” al CONACULTA.[21]

Todas estas expresiones muestran una polarización en el campo de la cultura que impidió alcanzar una negociación adecuada para el dictamen de la Ley de Fomento y Difusión de la Cultura que, posteriormente, tomó la forma de la Ley de Coordinación de Desarrollo Cultural con escasas modificaciones.

Industrias culturales

El tema de las industrias culturales ha tomado cada vez más auge en la agenda pública y tiene cada vez mayor relevancia debido al reconocimiento de que la cultura (en forma de libros, películas y discos, sobre todo) ocupa un lugar importante en el Producto Interno Bruto del país. Asimismo, la firma del TLC ha mostrado ser un elemento que ha tenido efectos negativos sobre los campos cinematográfico y discográfico.

El tema de las industrias culturales ha sido el más mencionado durante este sexenio, en 199 ocasiones. De estas, 56 veces lo ha hecho el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo en 16, mientras que el sector académico y el sector social en 65 y 62 respectivamente.

Promotores culturales y analistas económicos opinaron que “las industrias culturales de México están descuidando su mercado natural de 350 millones de hispanohablantes en el mundo –incluyendo los 20 milllones de mexicanos que viven en Estados Unidos”.[22] Este es uno de los puntos en que tanto académicos como el sector social coinciden y que, de acuerdo con diversas notas de prensa, aún no resuelven los legisladores y el CONACULTA.

El presidente Fox ha insistido que resulta importante “promover las industrias culturales”. Sin embargo, otras notas afirman que el problema no sólo es promoverlas sino encontrar el modo en que se conviertan en industrias sólidas. Esta es la opinión de especialistas como Néstor García Canclini, Martín Hopenhayn, George Yúdice y Toby Miller.[23] Por su parte, Sari Bermúdez ha expresado que hace falta “mediar frente a los legisladores federales, proteger las industrias culturales, en especial la cinematográfica”, aunque no ha habido una agenda clara al respecto.[24]

El tema de las industrias culturales es uno de los más controvertidos ya que involucra intereses y posturas internacionales y no solamente de los diferentes sectores de la República Mexicana. La situación apunta a que será uno de los temas pendientes en la LX Legislatura.

 

 [Regresar al índice de contenidos]

 


[1] CESOP, Cultura, Cámara de Diputados, México, mayo de 2006. En: www.diputados.gob.mx/cesop 

[2] Programa Nacional de Cultura 2001-2006, CONACULTA, México, 2001.

[3] Para detalles sobre instituciones creadas durante la presente administración consultar: CESOP, “Seguimiento y resultados de las políticas públicas y gestión gubernamental”, en Cultura, Op. cit.

[4] Víctor Ugalde, “Desmemoria. Cine Mexicano, uno de los perdedores con el TLC”, Etcétera, enero 2004, consulta en línea: www.etcetera.com.mx/pag27ne40.asp (febrero 7, 2006).

[5] Erica Montaño y Arturo García, “Obra fantástica y espléndida, coinciden en señalar escritores, artistas y funcionarios”, La Jornada, Cultura, 17 de mayo de 2006, consulta en línea: www.jornada.unam.mx/imprimir.php?fecha=20060517&nota=a08n1cul.php&seccion (mayo 29, 2006).

[6] Mónica Mateos-Vega, “Antes de crear una megabiblioteca se debe atender la lectura: Payeur”, La Jornada, Cultura, 24 de julio de 2003,  consulta en línea: www.jornada.unam.mx/2003/07/24/02an1culphp.?origen=cultura.php&fly=2 (mayo 29, 2006).

[7] Sin autor, “Cuestionan estados recursos para megabiblioteca”, Reforma, Estados, 17 de enero de 2004, consulta en línea: busquedas.gruporeforma.com/utilerias/imdservicios3W.DLL?JsearchformatS&file=MEX/REFORM01/00459240.htm&palabra=infraestructuracultura&sitereforma (mayo 29, 2006).

[8] Idem.

[9] Ángel Vargas, Carlos Paul, Erica Montaño, Fabiola Palapa y Mónica Rodríguez, “Los cuatro años de gobierno foxista, un desastre, según intelectuales y artistas”, La Jornada, Política, consulta en línea: www.jornada.unam.mx/2004/09/01/014n1pol.php?origen=politica.php&fly=1 (mayo 29, 2006).

[10] Mónica Mateos-Vega, “Ningún material de la Biblioteca Nacional irá a la nueva Vasconcelos”, La Jornada, Cultura, consulta en línea: www.jornada.unam.mx (mayo 29, 2006).

[11] Sandra Licona, “Los vecinos, ajenos a la ‘megabiblioteca’”, El Universal, Cultura, 11 de mayo de 2006, consulta en línea: www.eluniversal.com.mx/cultura/vi48754.html (mayo 29, 2006).

[12] Andrea Becerril, “La Comisión Permanente demanda una auditoria del fideicomiso de la megabiblioteca”, La Jornada, Cultura, consulta en línea: www.jornada.unam.mx ((mayo 29, 2006).

[13] Sin autor, “Dan forma a la ciudadanización”, Reforma, Cultura, 4 de septiembre de 2001, consulta en línea: www.busquedas.gruporeforma.com (mayo 29, 2006).

[14] Juan Villoro, “Mismos programas”, El Universal, Cultura, 10 de marzo de 2001, consulta en línea: www.eluniversal.com.mx (mayo 29, 2006).

[15] María Elena Matadamas, “Territorios de la Des-memoria”, El Universal, Cultura, 17 de enero de 2001, consulta en línea: www.eluniversal.com.mx (mayo 29, 2006).

[16] CESOP, “Situación de la comisión legislativa”, en Cultura, Op. cit.

[17] Sin autor “Pugna por el derecho de los mexicanos a la cultura”, El Universal, Cultura, 23 de agosto de 2001, consulta en línea: www.eluniversal.com.mx (mayo 29, 2006).

[18] Carlos Paul, “Realizarán activistas un plantón contra la ley Bermúdez en la Cámara de Diputados”, La Jornada, Cultura, 21 de abril de 2006, consulta en línea: www.jornada.una.mx (mayo 29, 2006).

[19] Jorge Luis Espinoza, “Presentan marco legal para fortalecer la cultura”, El Universal, Cultura, 23 de septiembre de 2005, consulta en línea: www.eluniversal.com.mx (mayo 29, 2006).

[20] Juan Solís, “Juristas: Debió proponerse una secretaría”, El Universal, Cultura, 14 de octubre de 2005, consulta en línea: www.eluniversal.com.mx (mayo 29, 2006).

[21] Gilberto López y Rivas, “Preparan en San Lázaro crimen contracultura”, La Jornada, 21 de abril de 2006, www.jornada.unam.mx (mayo 29, 2006).

[22] Sin autor “Descuidan mercado de habla hispana”, Reforma, 9 de diciembre de 2002, www.busquedas.reforma.com (mayo 29, 2006).

[23] Así lo señalaron en el Seminario internacional sobre indicadores culturales, que se llevó a cabo en el Centro Nacional de las Artes el 8 de mayo de 2003. César Güemes, “UNESCO-México: la cultura es uno de los potenciales más relevantes de América Latina”, La Jornada, 29 de abril de 2003, consulta en línea: www.jornada.unam.mx/2003/04/29/05an2cul.php?origen=cultura.php&fly=2 (mayo 29, 2006).

[24] Sin autor “Carta a cultura/ Llama Ehernberg al optimismo”, Reforma, 9 de diciembre de 2000, consulta en línea: www.busquedas.gruporeforma.com (mayo 29, 2006).

[Citar como] Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública, "Temas en la agenda nacional", en Cultura [Actualización: 8 de junio de 2006], en www.diputados.gob.mx/cesop/