Juventud y Deporte
Antecedentes
Las políticas gubernamentales sobre juventud
Las políticas del Estado dirigidas a atender este sector de la población se remontan a los años treinta del siglo XX con la creación de la oficina de Acción Juvenil adscrita a la Secretaría de Educación Pública (SEP). Esta oficina se creó como un espacio de interlocución del gobierno con dos organismos de carácter corporativo que se habían formado en el periodo del Presidente Cárdenas, la Confederación de Jóvenes Mexicanos en 1938 y la Central única de la Juventud en 1939, que reclamaban una atención específica.[1]
En el contexto de una política educativa encaminada a preparar y orientar a la juventud con base en la práctica deportiva, la capacitación laboral, la capacitación cultural, el desarrollo educativo, y la capacitación cívica, el 1 de julio de 1951 comenzó a funcionar el Instituto Nacional de la Juventud Mexicana (INJM).[2] Este instituto nació en el periodo en que México expandió su capacidad industrial, es por eso que el enfoque principal del instituto fue incorporar a los jóvenes al mercado laboral mediante la capacitación para el trabajo.[3]
En 1970, este instituto entró en un proceso de reestructuración como consecuencia de la nueva realidad del sector juvenil que, después de los acontecimientos del Movimiento del 68, se mostró más participativo y critico de la realidad sociopolítica. El enfoque institucional de este nuevo organismo, que cambió sus siglas por las de INJUVE, en un principio fue la capacitación técnica, pero poco después se orientó a generar opciones de preparación para los jóvenes a manera de extensión universitaria.[4]
En 1977, en el marco del Programa de Reforma Administrativa del Gobierno Federal impulsado por el Presidente José López Portillo, se constituyó el Consejo Nacional de Recursos para la Atención a la Juventud (CREA) como órgano descentralizado.[5] Este organismo tuvo un mayor alcance en la definición de programas para el desarrollo integral de la juventud, además se convirtió en el órgano que coordinaría los esfuerzos interinstitucionales para la ejecución de dichos programas.[6] Estos estaban encaminados a atender demandas de la juventud en las áreas de salud, demandas jurídicas, problemas sociales y de empleo. En este periodo se definió el rango de 12 a 29 años de edad como la población objeto de las políticas de atención a la juventud.[7]
En de diciembre de 1988, por decreto desaparece el CREA y se crea la Comisión Nacional del Deporte (CONADE),[8] como órgano desconcentrado de la SEP encargado de la promoción y el fomento del deporte y la cultura física, además absorbió las funciones que realizaba el CREA.[9] Para atender al sector de la juventud se integró la Dirección General de Atención a la Juventud, con cual el organismo especializado en atención de la juventud descendió de jerarquía en la estructura del gobierno, se acotaron sus objetivos y ámbitos de acción, y se limitó su interacción con las demás entidades gubernamentales y las organizaciones de la sociedad civil.[10]
La Dirección de Atención a la Juventud de la CONADE perduró hasta julio de 1996, fecha en que apareció la Dirección de Causa Joven adscrita a la SEP. Este organismo redefinió el enfoque de los programas de juventud incorporando un esquema de descentralización tanto de los recursos como de la operación de los programas, y se buscó mayor vinculación con las diferentes entidades gubernamentales. También se amplió y diversificó la población objeto de los diferentes sectores juveniles de la sociedad, es decir, abarcando a los más marginados y vulnerables, así como, de medio rural.[11]
Causa Joven funcionó hasta el 6 de enero de 1999, fecha en que se creó el Instituto Mexicano de la Juventud como organismo público descentralizado con personalidad jurídica y patrimonio propios. Este instituto cuenta con una Dirección General, que a su vez depende de una Junta Directiva integrada por diecisiete miembros: 9 Secretarios de Estado, el director del Instituto Nacional Indigenista, tres representantes de las entidades federativas, dos rectores representantes de la ANUIES y dos jóvenes representantes del Consejo de Seguimiento de Proyectos y Programas. Este último es un organismo integrado a su vez, por diez jóvenes cuyas edades se encuentre entre los 18 y 29 años, electos por la Junta Directiva, previa convocatoria a las instituciones de educación superior y los organismos de la sociedad civil vinculados a la atención de la juventud; su cargo es honorífico y duran en él dos años.[12]
El deporte en México y sus instituciones
Las políticas de promoción del deporte en México tienen sus antecedentes en 1917, ligadas a la educación militar. Desde entonces la educación física estuvo concebida como una actividad “esencial en la educación integral del ser humano”. [13] En el año de 1923, se crearon la Escuela de Educación Física y la Dirección General de Educación Física, entidades dependientes de la SEP que dirigía en esos momentos José Vasconcelos.[14]
Por otra parte, la visita a México en 1923 del presidente del Comité Olímpico Internacional motivó la creación en ese mismo año del Comité Olímpico Mexicano, y nuestro país tuvo su primera participación en los Juegos Olímpicos celebrados en París un año después.[15]
En 1933 el presidente Abelardo L. Rodríguez integró el Consejo Nacional de Cultura Física con el propósito de crear a su vez, la Confederación Deportiva Mexicana (CODEME) en ese mismo año.[16] Esta confederación se constituyó como una asociación civil con el propósito de agrupar y normar a las federaciones y asociaciones deportivas que se habían integrado a partir de 1924.[17]
Sin embargo, los esfuerzos gubernamentales por difundir una cultura física estuvieron limitados a la organización de grandes eventos (juegos nacionales, desfiles deportivos, tablas monumentales), careciendo de una política para estimular la práctica masiva del deporte en la población.[18]
Como ya se advirtió, en 1951 se instituyó el Instituto Nacional de la Juventud Mexicana (INJM), organismo que integró por vez primera las políticas de juventud y deporte y que, a partir de entonces, han mantenido una vinculación permanente.[19]
Entre 1951 y 1976, año en que se funda el Instituto Nacional del Deporte (INDE), la acción del gobierno en materia de promoción de la cultura física se limitó a mantener la Escuela Nacional de Educación Física.[20] El INDE se creó como organismo descentralizado con el propósito de articular las actividades deportivas de los distintos organismos públicos y privados. Además, se orientó a promover la práctica deportiva entre los sectores menos favorecidos.[21]
Para 1981 el INDE desaparece y es sustituido por la Subsecretaría del Deporte de la SEP. A la par, se integró el Consejo Nacional del Deporte como un organismo consultivo de la SEP con el objeto de “impulsar la integración y el fomento del deporte en el ámbito nacional”.[22]
En 1988 se creó con amplias facultades para coordinar el deporte en México la Comisión Nacional del Deporte (CONADE). Este órgano desconcentrado de la SEP cuenta entre otras facultades, la de ser rector de las políticas nacionales en materia deportiva y cultura física, con las atribuciones de formular, proponer y ejecutar estas políticas.[23]
Dos años después, en 1990 se promulgó la Ley de Estímulo y Fomento de Deporte que constituyó la primera en materia deportiva en nuestro país y estableció las bases jurídicas del Sistema Nacional del Deporte, situando al CONADE como su entidad rectora, pero con carácter de organismo desconcentrado de la SEP. Cuatro años más tarde, se hicieron reformas a esta Ley y a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, y se otorgaron a la SEP amplias facultades en materia deportiva, mismas que ejerce a través del CONADE.[24]
Una nueva ley en esta materia fue promulgada en junio de 2000, a la que se le denominó Ley General de Deporte. En esta ley se estipularon las bases para la articulación de los tres órdenes de gobierno a fin de “integrar el Sistema Nacional del Deporte, promover la iniciación y práctica deportiva, ejecutar y dar seguimiento al Programa Nacional del Deporte, en sus respectivos ámbitos de competencia”, entre otras cosas. Indicó además, que deberán promoverse actividades deportivas especiales para la población que padece alguna discapacidad, la población de la tercera edad, así como el apoyo a los deportes autóctonos.[25]
Finalmente, en el 2004 se promulgó una nueva ley bajo la denominación de Ley General de Cultura Física y Deporte, mediante la cual la CONADE se convierte en organismo público descentralizado y le atribuye la responsabilidad de integrar el programa nacional en materia de cultura física y deporte.[26]
Panorama y retos de la juventud mexicana
En las últimas décadas México se ha caracterizado por contar con una población joven, sin embargo, en este nuevo siglo comienzan a manifestarse los cambios de la transición demográfica con el envejecimiento de la población adulta y la disminución de los grupos de población infantil y juvenil. Así, tenemos que en 1950 la edad media de la población en México era de 19 años; para 1970 el promedio de edad aumento a 22.3 años; en 1995 la edad media pasó a 25.3 años y en el año 2000 este indicador se calculó en 26.8 años.[27]
Esto nos muestra un proceso de envejecimiento de la población mexicana que continuará manifestándose en los siguientes años. Para el año 2005 se calcula que la edad promedio de la población es de 27.8 años; para el año 2010 se estima en 29.7 años y para el 2020 el promedio de edad habrá alcanzado los 33.2 años.[28] Sin embargo, se observa que a pesar del envejecimiento de la población, una proporción importante de esta continuará siendo joven al menos hasta el 2010, cuando el promedio de edad rebasará los 29 años (ver figura 2.1).
Como se muestra en la tabla 2.1 en el año de 1980 la población considerada joven en México, que comprende el rango de edad entre 12 y 29 años, era de 24 millones 35 mil 41 habitantes, equivalente a un 36.0% de la población total del país; para el año 1990 este grupo de edad alcanzó una cifra de 30 millones 201 mil 49 habitantes, lo que representó un 37.2% de la población; y en el 2000 los jóvenes llegaron a representar el 34.5%, con una población de 33 millones 613 mil 427 habitantes. Dicha proporción comenzará a descender a partir del 2005 para llegar a representar el 33.8% en el 2010; el 29% en el año 2020; hasta descender a un porcentaje del 21.2% en el 2050.
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La población de jóvenes (hombres y mujeres de 12 a 29 años de edad) en la actualidad, según estimaciones de CONAPO, asciende a más de 37 millones de personas, que representa el 35% de la población nacional. Esto nos indica que México es un país que cuenta con un amplio sector juvenil lo que explica su importancia y repercusión en la planeación de las políticas públicas del gobierno mexicano. Del total de la población de jóvenes en el país, según el mismo CONAPO, un 51% son hombres y un 49% mujeres, esto es, 18 millones 759 mil hombres y 18 millones 463 mil mujeres.
Así mismo, de acuerdo a su distribución en grupos de edad la población juvenil se compone de la siguiente manera: los jóvenes de 12 a 14 años de edad suman 6 millones 792 mil 441 jóvenes, el 18.2% del total; los que tienen una edad de 15 a 19 años son 10 millones 813 mil 366, el 29.0%; el subgrupo de 20 a 24 años es de 10 millones 168 mil 219, el 27.3%; y, 9 millones 449 mil 289 los jóvenes de 25 a 29 años de edad, el 24.5%.
En cuanto a su distribución en el territorio nacional, la tabla 2.2 indica la proporción de la población de 12 a 29 años por cada entidad federativa. Así, se observa que los estados que cuentan con la mayor población juvenil son: el Estado de México, con el 13.8% de la población juvenil del país; Distrito Federal, con el 7.5%; Veracruz, con el 6.7%; Jalisco, con el 6.4%; y, Puebla, con el 4.5%. Tan sólo estos cinco estados suman el 39.39% de la población joven del país.
Y, según INEGI, el 48.6% de los jóvenes reside en localidades mayores a 100 mil habitantes o capitales de estado y el 51.4% en localidades menores a 100 mil habitantes.[29]
La juventud como sector social manifiesta múltiples problemas, pero dos principales a los que se enfrenta son la educación y el empleo de los cuales a continuación se describe un panorama general. Así, en cuanto al primer aspecto tenemos que sólo el 2.3% de los jóvenes no cuentan con instrucción; el 12.5% estudiaron parcialmente la primaria y el 19.8% cuenta con primaria concluida. Cuentan con algunos estudios de nivel secundaria el 14.5% y con secundaria concluida el 21.1%; cuentan con algún nivel subprofesional o técnico el 3.5% de los jóvenes y el 15% cuenta con preparatoria; y sólo un 1.7% con nivel profesional medio y un 9.3% con nivel profesional superior.[30]
Estos datos nos indican una situación muy distinta a la de los jóvenes de hace tres décadas, puesto que en 1970 el 17.1% de los jóvenes varones de 15 a 19 años no contaba con alguna instrucción; en cambio, para el año 2000 en este mismo grupo de edad las circunstancias cambiaron radicalmente, al disminuir este porcentaje a 3.6%. En el caso de las mujeres, la población de 15 a 19 años que no contaba con instrucción en 1970 era del 19.6%, para el año 2000 este porcentaje disminuyó a 4.0%.[31]
Los resultados de la Encuesta Nacional de Juventud 2000 mostraron que ocho de cada diez jóvenes en edad de cursar secundaria sí asistían a la escuela, pero el porcentaje disminuye a 57.1% entre los jóvenes en edad de cursar educación media superior o preparatoria; y desciende aún más para el caso de los que se encuentran en edad de cursar nivel superior, a un 27.9%.[32]
En educación, los cambios demográficos plantearán en los siguientes años retos importantes para satisfacer la demanda de la educación de los jóvenes, particularmente en el nivel superior. Los adolescentes que deben cursar la secundaria (12 a 14 años) alcanzarán su máximo nivel de demanda potencial en el 2005 y comenzará una disminución a partir del 2006, descendiendo esta demanda en 17.1% entre 2000 y 2020. La demanda potencial de educación media superior (entre 15 a 17 años) iniciará su descenso una vez alcanzado su máximo en el 2008 con 6.7 millones (entre 2000 y 2020 la demanda potencial habrá descendido alrededor del 13.8%), (ver tabla 2.6).[33]
En contraste, se prevé un considerable crecimiento en la demanda de educación superior (18 a 24 años), que no comenzará su descenso hasta después del 2013, año en que alcanzará un máximo de 14.9 millones de personas con edad potencial de cursar la educación superior, de manera que entre 2000 y 2013 la demanda se incrementará un 6.9%.[34]
Por otro lado, los indicadores de educación han mejorado los últimas tres décadas de manera considerable, lo que genera una presión adicional a la demanda a los servicios educativos que atienden a la población juvenil entre los 12 y los 24 años, es decir, para los niveles de secundaria, educación media y educación superior. La eficiencia terminal de secundaria pasó 75.5% a 80.3% en 2004, ello a su vez el nivel medio superior absorbe a un 96.8% de alumnos que egresaron del nivel secundaria, el resto pasa al mercado laboral o otras actividades no escolares. El nivel de deserción en educación media superior aumenta con respecto a los niveles de escolaridad anteriores, la mayoría de los jóvenes pasan también al mercado laboral.[35]
De 1980 a 2004 la matrícula para los niveles de secundaria, media superior y superior, creció de manera importante, esto debido a que los indicadores de eficiencia terminal y deserción descendieron. Además, han mejorado los índices de absorción, lo que quiere decir que cada vez más, se cuenta con una juventud más preparada, ya sea para incorporarse al ámbito laboral o para continuar sus estudios (ver tabla 2.6).
En el 2002, según la Encuesta Nacional de Empleo del INEGI, el 45.5% de la población de los jóvenes en México formaban parte de la población económica activa (PEA), lo que equivale a 15 millones 505 mil 879 jóvenes y al 37.7% de la PEA total en ese año De este total, el 96.7% contaba con alguna ocupación y el resto, el 3.3% se encontraba desempleado. Esta tasa de desocupación fue mayor a la que reportó el INEGI en 2002 para la PEA en general, misma que fue de 2.98%.[36] Esto nos refleja la dificultad que tienen los jóvenes de incorporarse al mercado laboral (ver tabla 2.7).
Por otra parte, la población económicamente inactiva (PEI) fue para este mismo año de 18 millones 548 mil 340 jóvenes, lo que representó el 54.5% de la población total de jóvenes en el país.[37]
En contraste, la Encuesta Nacional de Juventud nos señala otra realidad. Los jóvenes que dicen estar trabajando son un 60.9%, de cuales, el 17.7% trabaja y estudia a la vez. En el caso de los hombres el 73.6% de los jóvenes mencionó que trabaja y de estos, estudian a al vez, el 15.7%. Por su parte, en el caso de las mujeres mencionaron que trabajan el 45.7%, y realizan las dos actividades el 20.2%.[38]
Con esto podemos observar que los datos oficiales de la participación de los jóvenes en la PEA no son del todo exactos, puesto que muchos jóvenes tienen que realizar un trabajo para complementar el ingreso familiar y/o sustentar sus estudios, además de que muchas veces realizan un trabajo informal que no se considera en las cifras de la PEA, debido a que sólo un 30% de lo jóvenes cuentan con un contrato formal de empleo.[39]
Cifras sobre el deporte en México
Si bien, la práctica deportiva es una actividad que contribuye en el mejoramiento de las condiciones de salud de la población, así como un recurso importante en la prevención del consumo de drogas y de la delincuencia entre la juventud, existe una escasa información sobre la situación real de la práctica del deporte en nuestro país, pues los datos más recientes que proporciona INEGI, datan de 1996.
Así, tenemos que en la población de 15 años y más, sólo un 15.2% practicaba algún deporte en 1996.[40] Pero en la población infantil esta situación se agrava, porque ocho de cada diez niños y jóvenes no realiza una actividad suficiente para mantener condiciones físicas óptimas.[41]
También, se indica una correlación con el nivel de ingreso de las personas y la práctica del deporte, esto es, a mayor ingreso mayor práctica deportiva. De la población que realiza alguna actividad deportiva de manera regular el 71% pertenece a los cinco deciles de la población con mayores ingresos y sólo el 21% pertenece a los restantes cinco deciles con menores ingresos. Y según su sexo, del total de las personas que practican algún deporte el 73% son hombres y el 27% restante mujeres.[42]
Así mismo la evolución del Sistema Nacional del Deporte (SINADE) en los últimos años ha mostrado un avance importante en su integración. Al año 2005, existían en el país 31 Consejos Estatales del Deporte y 100 Consejos Municipales, conformados de acuerdo a la legislación vigente. En el Registro Nacional de Cultura Física y Deporte en el presente año se tiene un número de 2 millones 900 mil deportistas registrados, seis veces el número de registrados en el 2000 (ver tabla 2.8).
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[1] cfr. Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ), “Pautas para actualizar la información sobre políticas nacionales de juventud en los registros de la Organización Iberoamericana de la Juventud”, Centro Latinoamericano sobre Juventud (CELAJU), p. 32, s/f, en www.celaju.org/biblioteca/paises/mex/4_inf.PDF (19 diciembre 2005).
[2] Santiago Zorrilla Aran, 50 años de la política social en México: De Lázaro Cárdenas a Miguel de la Madrid, Limusa, México, 1998, p. 125.
[3] cfr. IMJ, “Pautas para actualizar…”, Op. cit., p, 32.
[4] Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ), “Instituciones de Juventud”, Políticas Publicas de Juventud: Actores e Instituciones en México 1994-2000, documento elaborado por el Centro de Investigaciones y Estudios de la Juventud, México, 2000, s/p, s/f, en www.celaju.org/biblioteca/paises/mex/memoria/index.htm (16 diciembre 2005).
[5] Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 30 de noviembre de 1997.
[6] IMJ, “Instituciones de Juventud”, Políticas Publicas de…, Op. cit., s/p.
[7] cfr. IMJ, “Pautas para actualizar…”, Op. cit., p, 32.
[8] Por decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación de fecha 13 de diciembre de 1988.
[9] Comisión Nacional del Deporte (CONADE), “Historia“, sección Presentación, s/f, en www.conade.gob.mx/ (19 diciembre 2005).
[10] cfr. IMJ, “Instituciones de Juventud”, Políticas Publicas de…, Op. cit., s/p.
[11] Ídem.
[12] cfr. Artículos 1, 7, 9 y 15”, Ley del Instituto Mexicano de la Juventud, sección Leyes federales vigentes, s/f, en www.camaradediputados.gob.mx (5 diciembre 2005).
[13] Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), “Puntos Importantes a tratar en Legislación Deportiva”, Facultad de educación física y ciencias del deporte, s/f, en www.fefcd.uach.mx/leyes.htm (16 diciembre 2005).
[14] Secretaría de Educación Pública (SEP), “Programa de Educación Física y Deporte 1995-2000”, s/f, en http://info4.juridicas.unam.mx/ijure/nrm/1/333/2.htm?s=iste (16 diciembre 2005).
[15] UACH, “Puntos Importantes a…”, Op. cit., s/p.
[16] Comisión Nacional del Deporte (CONADE), “Programa Nacional de Cultura Física y Deporte 2001-2006”, sección Documentos Básicos, p. 13, en www.conade.gob.mx (16 diciembre 2005).
[17] SEP, “Programa de Educación…”, Op, cit., s/p.
[18] CONADE, “Programa Nacional de…”, Op. cit., p. 14.
[19] cfr. IMJ, “Pautas para actualizar…”, Op. cit., p, 32.
[20] cfr. CONADE, “Programa Nacional de…”, Op. cit., p. 14.
[21] UACH, “Puntos Importantes a…”, Op. cit., s/p.
[22] SEP, “Programa de Educación…”, Op, cit., s/p.
[23] Ídem.
[24] Ídem.
[25] “Artículo 4”, Ley General del Deporte, Publicada en el Diario Oficial de la Federación el 8 de junio de 2000, s/f, en www.salud.gob.mx/unidades/cdi/nom/compi/l080600.html (16 diciembre 2005).
[26] “Artículo 14”, Ley General de Cultura Física y Deporte, Publicada en el Diario Oficial de la Federación el 24 de febrero de 2003, sección Legislación federal vigente, s/f, en www.camaradediputados.gob.mx (16 diciembre 2005).
[27] Emma Liliana Navarrete López, Juventud y Trabajo: un reto para principios de siglo, edición del El Colegio Mexiquense A.C., México, 2001, p. 15.
[28] Cálculos propios con base a Consejo Nacional de Población, “Proyecciones de población 2000-2050”, s/f, www.conapo.gob.mx (6 diciembre 2005).
[29] Cálculo propio con datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), Encuesta Nacional de Empleo 2002, INEGI y STPS, México, 2003, pp. 64-65.
[30] Ídem.
[31] Emma Liliana Navarrete López, Juventud y Trabajo: un reto…, Op. cit., pp. 45 y 190.
[32] Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ), Encuesta nacional de Juventud (Resultados Generales), Centro de Investigación y Estudios sobre Juventud, México 2002, p. 15, s/f, en www.consulta.com.mx/interiores/99_pdfs/15_otros_pdf/jueventud_2002.pdf (6 diciembre 2005)
[33] Consejo Nacional de Población (CONAPO), “El monto de niños en edad de cursar educación primaria ha comenzado a descender”, Comunicado de prensa 72/84; México, 22 de diciembre de 2004.
[34] Ídem.
[35] Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior ANUIES (1999), La Educación Superior en el Siglo XXI: Líneas estratégicas de desarrollo (Una propuesta de la ANUIES), México, 1999, en La Educación Superior en el Siglo XXI (6 diciembre 2005).
[36] INEGI, “Tasa de desocupación nacional, serie unificada”, Información estadística, Sección Trabajo, s/f, en www.inegi.gob.mx (15 diciembre 2005).
[37] INEGI, Encuesta Nacional de…, Op. cit., pp. 73-74.
[38] Ibíd., pp. 50 y 53.
[39] Ibíd., p. 51.
[40] Comisión de Juventud y Deporte del Senado de la República, “Cifras sobre deporte en México”, s/f, en www.senado.gob.mx/comisiones/directorio /juventud/cuerpo/documentos/cifras_deporte.html (16 diciembre 2005).
[41] CONADE, “Programa Nacional de…”, Op. cit., p. 15.
[42] Comisión de Juventud y Deporte del Senado de la República, “Cifras sobre…”, Op. cit., s/p.
[Citar como] Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública, "Antecedentes", en Juventud y Deporte [Actualización: 23 de marzo de 2006], en www.diputados.gob.mx/cesop/