Salud

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Impacto del trabajo legislativo

El tema de salud en México es diverso y complejo. Su estudio abarca desde asuntos técnicos, como la curación de enfermedades, problemáticas de derechos humanos, la no discriminación para acceder a servicios médicos, y hasta discusiones filosóficas sobre la vida o la muerte.

Los diputados de las LVII, LVIII y LIX Legislaturas dictaminaron, positiva o negativamente, diversas iniciativas de temas variados. El presente apartado de la ficha técnica sobre la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados tiene como objetivo mostrar los resultados e implicaciones de las iniciativas dictaminadas en sentido negativo y positivo durante las tres últimas legislaturas.[1]

Para cumplir con el objetivo anterior, esta sección presentará los temas de las iniciativas dictaminadas positivamente, ordenados de mayor a menor frecuencia., Se describe cada una de ellas y se analizan individualmente frente a los planteamientos de la agenda pública nacional de salud. Posteriormente, se presentan las iniciativas dictaminadas negativamente.

En las legislaturas mencionadas se dictaminaron 36 iniciativas, 19 en sentido positivo y 17 en negativo. De las 5 dictaminadas en la LVII Legislatura, 4 fueron en sentido positivo y 1 en negativo. Durante la LVIII, los diputados dictaminaron 15 iniciativas, 8 en sentido positivo y las restantes en sentido negativo. Finalmente, los diputados de la LIX Legislatura emitieron 7 dictámenes positivos y 9 negativos (ver cuadro 1).

Cuadro 1

Total de iniciativas dictaminadas en sentido negativo y positivo en las Legislaturas LIX, LVIII y LVII

 Fuente: Iniciativas turnadas durante la LVII, LVIII y LIX Legislatura, Gaceta parlamentaria, Cámara de Diputados, en http://gaceta.diputados.gob.mx/ (consulta: agosto 2006).

Iniciativas dictaminadas en sentido positivo

En las tres Legislaturas predominaron temas referentes a alimentación, medidas higiénicas y sanitarias del sector salud, tabaquismo y asistencia médica a grupos considerados vulnerables (ver cuadro 2).

Cuadro 2

Total de iniciativas dictaminadas en sentido positivo en las Legislaturas LIX, LVIII y LVII

Fuente: Iniciativas turnadas durante la LVII, LVIII y LIX Legislatura, Gaceta parlamentaria, Cámara de Diputados, en http://gaceta.diputados.gob.mx/ (consulta: agosto 2006).

En el tema de alimentación, durante la LIX Legislatura se dictaminó la minuta presentada por la Cámara de Senadores que establece la difusión de las dietas y hábitos alimenticios que conduzcan al consumo efectivo de los mínimos de nutrimentos por la población, recomendados por la propia Secretaría de Salud (SSA)[2]. En este mismo tema, la diputada María Cristina Díaz Salazar presentó una iniciativa con el objetivo de divulgar las medidas higiénicas para el control de padecimientos como la desnutrición y la obesidad, al normar el desarrollo de los programas y las actividades de educación en materia de nutrición, preferentemente en los grupos sociales más vulnerables.[3]

Entre tanto, en la LVIII Legislatura se reformaron los artículos 114, 115, 210 y 212 de la Ley General del Salud (LGS), para establecer que en las etiquetas o contraetiquetas de los alimentos y bebidas no alcohólicas debe incluirse un cuadro de valor nutricional y elementos comparativos recomendados por las autoridades sanitarias, a manera de contribuir en la educación nutricional de la población mexicana.[4] Siguiendo esta misma línea, en la Legislatura LVII se adicionó la fracción VII del artículo 115 de LGS para obligar a la fortificación de las harinas de trigo y de maíz, así como de los nixtamales con los que se elabora la tortilla.[5]

La importancia de estas discusiones se entiende al analizar la relevancia que actualmente tiene el tema de la nutrición en nuestro país. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Nutrición 2006, el 70 por ciento de los hombres y mujeres mayores de 20 años presentan sobrepeso y obesidad en México, mientras que en 2000 esta cifra fue de 60 por ciento. En el caso de la población infantil, en 2005 la prevalencia fue de 35 por ciento, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).[6]

En la salud pública, los planteamientos de los diferentes actores interesados coinciden en la necesidad de revertir esta tendencia. En ese sentido, el Secretario de Salud, Julio Frenk, afirmó en junio de 2006 que el gobierno federal ha regulado la publicidad de la comida chatarra y ha limitado la presencia de dichos productos en las escuelas. Sin embargo, este esfuerzo no se ha reflejado en las cifras y opiniones de especialistas.

La OCDE afirma en 2005 que México ocupó el segundo lugar en obesidad entre los países que la integran, pues dos de cada tres mexicanos tienen algún grado de sobrepeso.[7] Por su parte, Oscar Lozano Castañeda especialista en nutrición comentó que los programas de obesidad y alimentación tienen resultados limitados, por lo que se requiere intervención médica para reducir el peso de forma eficaz y segura.[8]

Con respecto a las medidas higiénicas y sanitarias del sector salud, en la LVIII Legislatura el diputado Neftalí Salvador Escobedo Zoletto presentó una iniciativa que reformó el artículo 376 de la LGS, con el objetivo de regular el registro sanitario de medicamentos con un mínimo de vigencia de 5 años o más, según lo establezca la SSA.[9] En el mismo sentido, los diputados Eduardo Abraham Leines Barrera y José Socorro Velázquez Hernández presentaron una iniciativa que adicionó los artículos 17 bis, 17 bis 1, 17 bis 2 y 17 bis 3 de la misma ley, incluyendo las atribuciones de la Comisión Federal para la Protección de los Riesgos Sanitarios (COFREPIS).[10]

La regulación y fomento sanitario abarca los siguientes cinco temas: medicamentos y tecnologías para la salud, sustancias tóxicas o peligrosas, productos y servicios, salud en el trabajo, saneamiento básico y riesgos derivados de factores del medio ambiente.[11] El agua es un asunto relacionado con tres de los temas citados, saneamiento básico, productos y servicios y riesgos derivados de factores del medio ambiente. Por ello, es un tema presente en el tema de riesgos sanitarios.

México tiene una población de 105 millones de habitantes, de los cuales aproximadamente 16 por ciento carece de servicio de agua entubada y 21 por ciento de un sistema de desinfección que garantice su inocuidad. Sólo en 2003 los casos de enfermedades diarreicas agudas fueron de 6 millones; más del 60 por ciento de ellas se relaciona con deficiencias en el servicio de agua; además de su contaminación fisicoquímica, principalmente por arsénico y flúor.[12]

Como entre regulador, la SSA se encarga de que la normatividad sobre el uso y aprovechamiento del agua sea aplicable en todo el territorio nacional, vigila la aplicación de la norma y garantiza la disminución de las enfermedades trasmitidas por el agua. Sin embargo, el sector empresarial afirma que el problema real radica en la escasez de recursos, lo que impide la construcción de plantas tratadoras de agua. Por su parte, el especialista Francisco Rojo Callejas sugiere ajustar el proceso de desinfección del agua a un método que evite efectos secundarios en la población.[13]

En materia de tabaquismo se reformaron los artículos 276, 309, 420 y 421 y se adicionaron los artículos 276, 277, 277 bis, 308, y el artículo 309 bis, todos ellos de la LGS, en la que se estableció insertar leyendas de advertencia para orientar al fumador e inducirlo a dejar de fumar. Esta reforma prohibe el expendio o suministro de tabaco a menores de edad, y establece la prohibición de fumar en los espacios públicos y cerrados. En cuanto a la publicidad, se restringe anunciar cigarrillos en revistas dirigidas a niños y adolescentes.[14]

En la Encuesta Nacional contra las Adicciones 2002 se registraron aproximadamente 6 millones de fumadores, en esa fecha el resultado de la encuesta arrojó que la edad de inicio en el consumo de tabaco se ubica entre los 13 y 15 años de edad. Los últimos datos otorgados por el Consejo Nacional contra las Adicciones (Conadic) revelan que la edad de inicio en el consumo de cigarros descendió a los 10 años y se registraron más de 18 millones de fumadores en el país.[15] Además, Enrique Guzmán, coordinador de la Clínica de Cáncer de Pulmón del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), comenta que cada año se registran 10 mil nuevos casos, cuyo principal factor es el humo del tabaco.[16]

Al respecto, Julio Frenk Mora afirmó que la actual administración ha emprendido una política integral contra el tabaco y que en las encuestas por aparecer se demostrará una disminución en el consumo de cigarrillos entre los jóvenes.[17] Una de las acciones implementadas contra el tabaquismo es la cancelación del abasto de 6 millones de cajetillas de cigarros en 22 mil tiendas Diconsa.[18]

Sin embargo, especialistas defensores en la lucha contra el tabaco, como Rafael Camacho Solís, Francisco López Antuñano y Rogelio Pérez Padilla, así como organizaciones civiles, señalan que el acuerdo que firmó el gobierno mexicano con la industria del tabacalera en el 2004 se opone en principio al Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT). Mientras que el acuerdo internacional tiene como objetivo instrumentar medidas para controlar el consumo de tabaco y restringir las actividades de la industria tabacalera, el acuerdo mexicano firmado por la SSA con la industria señala que  el gobierno recibe de ésta un peso por cajetilla vendida, el cual es destinado al Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos del Seguro Popular, programa creado durante la administración del presidente Vicente Fox.[19]

Entre tanto, la SSA revela que 73 por ciento de los establecimientos comerciales monitoreados en la capital del país venden cigarros a menores de edad.[20] Además, la campaña antitabaquismo denominada “El paraíso de los fumadores. Fumar mata”, creada por la SSA, ha originado polémica, ya que tuvo un gasto de 90 millones de pesos, y de acuerdo con una medición de “efectividad y recordación” proporcionada por la Secretaría, solo obtuvo un nivel de recordación de 12 por ciento, llegando a 17.1 por ciento en la población de 19 a 29 años.[21]

En el tema de grupos vulnerables, el diputado Manuel Velasco Coello del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), durante la LIX Legislatura presentó la iniciativa que exime el cobro de cuotas de recuperación por concepto de atención médica y medicamentos a los niños de dos a seis años cumplidos que no sean beneficiarios o derechohabientes de alguna institución del sector salud.[22]

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en México hay cerca de 8 millones y medio de niños y niñas entre 2 y 6 años, de los cuales 4 por ciento no tienen acceso a ningún servicio médico de salud público o privado. Es decir, alrededor de un millón de niños no tiene posibilidad alguna de atención médica.[23]

La atención médica a menores de edad se ofrece gratuitamente en gobiernos locales como el del Distrito Federal y de Querétaro, bajo ciertas condiciones como urgencia médica[24] o accidente laboral.[25] Sin embargo, de acuerdo con declaraciones del presidente del PVEM, el gobierno federal no ha destinado los recursos para la atención médica gratuita de niñas y niños menores de 6 años.[26]

Una minuta presentada por la Cámara de Senadores adicionó el artículo 329 de la LGS y reformó los artículos 333 fracción VI, 461, 462 y 462 Bis de la misma ley en materia de trasplantes, con el objetivo de establecer preferencia en el transplante cuando este sea entre personas que tengan parentesco por consanguinidad, civil o de afinidad. Asimismo, especifica la normatividad para donación sin parentesco, siempre y cuando se cumplan los requisitos establecidos.[27]

En México sólo 248 hospitales, públicos y privados, están autorizados por la SSA para realizar trasplantes de órganos y tejidos.[28] Hasta agosto de 2004 había 6 mil 303 personas en lista de espera para un trasplante; muchas de ellas deben esperar hasta dos años para poder recibir un órgano riñón, córnea, hígado, corazón o pulmón que les permita salvar sus vidas.[29] La misma SSA afirma que por la falta de infraestructura, personal médico y recursos, dejan de realizarse cada año unos 200 trasplantes de órganos en el país.

Iniciativas dictaminadas en sentido negativo

En las LVII, LVIII y LIX Legislaturas, de las iniciativas dictaminadas en sentido negativo predominaron los temas de servicios médicos, alcoholismo, tabaquismo y sustancias psicotrópicas, alimentación, donación y trasplantes de órganos, medicina alternativa y asistencia médica para grupos vulnerables (ver cuadro 3).

Cuadro 3

Total de iniciativas dictaminadas en sentido negativo en las Legislaturas LIX, LVIII y LVII

Fuente: Iniciativas turnadas durante la LVII, LVIII y LIX Legislatura, Gaceta parlamentaria, Cámara de Diputados, en http://gaceta.diputados.gob.mx/ (consulta: agosto 2006).

En el tema de servicios médicos, en la LIX Legislatura los integrantes de la Comisión de Salud dictaminaron en sentido negativo la iniciativa presentada por el diputado Jorge Kahwagi Macari, que adiciona y reforma diversas disposiciones de la LGS y de la Ley de la Propiedad Industrial para que la población acceda a medicamentos, fármacos y material de curación y rehabilitación a través de medidas y programas que permitan establecer precios y costos asequibles.[30] En este mismo tema, el diputado Manuel Velasco Coello presentó una iniciativa que crearía un solo sistema de hospitales, clasificados como servicios públicos de salud dirigidos a la población en general, la cual fue dictaminada en sentido negativo.[31]

Por su parte, la diputada Martha Lucía Mícher Camarena presentó una iniciativa para adicionar el artículo 61 Bis a la LGS, que establece la atención médica a los menores de 6 años y a las mujeres que presenten complicaciones de parto.[32] Por último, el Congreso de Jalisco presentó una minuta para adicionar el artículo 33 Bis y reformar la fracción de los artículos 58, 84, 86 y 87de la LGS, en la que se propuso incorporar espacios para ludotecas en el sistema nacional de salud.[33]

En la Legislatura LVIII, el Congreso de Baja California presentó una minuta que adicionaría los incisos a), b), c), d), e), f), g) y h) a la fracción V, del artículo 20 de la LGS sobre servicios de salud designados al Estado, con la intención de establecer los requisitos que deben reunir los titulares de las estructuras administrativas específicamente en el nombramiento de delegados de salud.[34]

En México existen 13 subsistemas de salud: las unidades de la SSA, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), los servicios médicos del D.F., los servicios médicos de Petróleos Mexicanos (Pemex), los servicios médicos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), servicios médicos de las secretarías de salud de los estados, los servicios médicos de la Armada de México, los de los empleados bancarios, los servicios médicos privados, los de la Cruz Roja, los servicios médicos privados y el Seguro Médico Popular.[35]

De acuerdo con Octavio Rivero, coordinador del seminario El Ejercicio de la Medicina (Facultad de Medicina, UNAM), las características de estos variados sistemas es la heterogeneidad y diferencias en la accesibilidad, en la infraestructura para la atención, en la comodidad de las instalaciones, en la provisión de insumos y en la calidad y calidez de la atención, en síntesis: la inequidad en la organización de la atención a la salud.[36]

En materia de alcoholismo, el diputado Jorge Kahwagi Macari presentó una iniciativa que tuvo como objetivo reforzar las acciones del gobierno en materia de combate al alcoholismo.[37] En este mismo sentido, se dictaminó negativamente la iniciativa del diputado Fernando Espino Arévalo que pretendía considerar, legalmente, al alcoholismo como una enfermedad para implementar programas de rehabilitación.[38] Asimismo, la iniciativa presentada por el diputado Ángel Pasta Muñuzuri, que reforma el artículo 217 de la LGS, fue improcedente por carecer de las especificaciones mínimas necesarias para la definición del término “bebidas alcohólicas”.[39]

En cuanto al tabaquismo, el diputado Fernando Espino Arévalo presentó una iniciativa de Ley General para la Protección de la Salud de los Fumadores y no Fumadores, la cual fue rechazada con el argumento de que las disposiciones planteadas en la ley ya existen y son suficientes para el tratamiento del tabaquismo, el cual está a cargo de la SSA y los gobiernos locales.[40]

El uso del alcohol es la principal causa de pérdida de años por muerte prematura o años vividos con una incapacidad de gravedad en la población masculina; y la décima, para mujeres en regiones desarrolladas. Es también la cuarta causa de incapacidad de varones en los países en desarrollo. El gobierno mexicano se ha esforzado por incluir en los programas de salud pública medidas contra el uso del alcohol y tabaco.[41]

En la LVIII Legislatura, se presentaron dos iniciativas referentes a estupefacientes e inhalables. La primera fue presentada por el diputado Neftalí Salvador Ecobedo Zolleto, la cual pretendía contribuir al combate al consumo, tráfico y comercio de estupefacientes.[42] La segunda fue una minuta presentada por el Congreso de Jalisco en relación con el problema de la venta de solventes con fines no industriales, sino inhalables.[43]

En materia de alimentación se presentaron dos iniciativas. En la LIX Legislatura, el diputado Gonzalo Moreno Arévalo impulsó una iniciativa de adición al artículo 13 párrafo B de la LGS, la cual facultaría a los estados para llevar a cabo el control sanitario de alimentos no industrializados y servicios conexos destinados al mercado local.[44] En la LVIII, el diputado José Ramón Soto Reséndiz presentó una iniciativa para regular los suplementos alimenticios.[45] Ambas fueron dictaminadas en sentido negativo.

En México uno de los principales detonadores del sobrepeso y la obesidad es la malnutrición. Esta enfermedad afecta a uno de cada tres niños y adolescentes; además es de las principales causas de diabetes. Agustín Lara Esqueda, director general del Programa de Salud del Adulto y del Anciano de la SSA, destacó que los programas de obesidad y alimentación tienen resultados, pero son limitados debido a que los menores retoman hábitos alimenticios, como el consumo de comida chatarra, carbohidratos y refrescos.[46] Muchos de los problemas de la mala nutrición están relacionados además con ciertas afecciones del tracto intestinal, que es el lugar del cuerpo humano en donde se absorben los nutrientes vitales para el buen funcionamiento del organismo.[47]

En la LVIII Legislatura se presentaron dos iniciativas sobre donación y trasplantes de órganos. Una presentada por la diputada Adela del Carmen Granel Campos[48] y la otra por el diputado Fernando Pérez Noriega.[49] Ambas fueron dictaminadas en sentido negativo.

Finalmente, se dictaminaron en sentido negativo dos iniciativas referentes a medicina alternativa. En la LVIII Legislatura la diputada Celia Martínez Bárcenas presentó una iniciativa que pretendía reformar los artículos 38, 79, 83 y 91 de la LGS, en la que se explicaba que las personas que ejercieran la medicina tradicional se sujetaran a las disposiciones aplicables en materia de profesiones o ejercicio profesional.[50]

Además, en la LVII Legislatura la diputada María Mercedes Maciel Ortiz presentó la iniciativa en la que se expresaba el derecho a la práctica de la medicina alópata de la homeopática y de la acupuntura, y a que el paciente tuviera el derecho a conocer de las mismas.[51]

Los servicios alternativos de salud, como la acupuntura, están regulados y reconocidos por la SSA. Diversas instituciones como el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Universidad Autónoma Metropolitana, entre otras instituciones, difunden académicamente esta disciplina.[52] Sin embargo, no existen fuentes de datos que muestren los avances, las ventajas y desventajas de esta práctica. Por lo demás, las iniciativas presentadas versaban sobre aspectos de una materia ya regulada.

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[Citar como] Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública, "Impacto del trabajo legislativo", en Salud [Actualización: 28 de agosto de 2006], en www.diputados.gob.mx/cesop /