DEFINICIÓN
De
acuerdo con James Midgley el desarrollo social es “un proceso de promoción del
bienestar de las personas en conjunción con un proceso dinámico de desarrollo
económico”.[1] El
desarrollo social es un proceso que, en el transcurso del tiempo, conduce al
mejoramiento de las condiciones de vida de toda la población en diferentes
ámbitos: salud, educación, nutrición, vivienda, vulnerabilidad, seguridad
social, empleo, salarios, principalmente. Implica también la reducción de la
pobreza y la desigualdad en el ingreso. En este proceso, es decisivo el papel
del Estado como promotor y coordinador del mismo, con la activa participación
de actores sociales, públicos y privados.
Para
algunos autores, el desarrollo social debe conducir a igualar las condiciones
de bienestar prevalecientes en las sociedades industrializadas.[2] Si bien actualmente se acepta que el
desarrollo social debe adecuarse a las condiciones económicas y sociales
particulares de cada país, existen estándares internacionales que se consideran
“metas sociales deseables”. La Organización de las
Naciones Unidas (ONU) y sus diferentes organismos asociados son el
referente principal en esta materia.
Para
Amartya Sen, “el desarrollo puede concebirse […] como un proceso de expansión
de las libertades reales de que disfrutan los individuos”.[3] Esta interpretación del desarrollo, ha
llevado a otorgar una importancia fundamental al concepto de desarrollo humano, como un proceso
paralelo y complementario al desarrollo social.
El desarrollo humano “se refiere a la creación de un entorno en el que
las personas pueden desplegar su pleno potencial y tener una vida productiva y
creativa, de acuerdo a sus intereses y necesidades”.[4]
Por
otro lado, el enfoque de los derechos humanos se ha constituido en un referente
de las políticas sociales, en particular los derechos humanos de segunda generación
que se definen como “los derechos económicos, sociales y culturales, debido a
los cuales, el Estado de Derecho pasa a una etapa superior, es decir, a un
Estado Social de Derecho.”[5] Entre
los derechos sociales encontramos la seguridad social, el trabajo, la formación
de sindicatos, la educación primaria y secundaria gratuita, un nivel de vida
que garantice la salud, la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia
médica y los servicios sociales necesarios. Como resultado de este enfoque, se
encuentran las demandas que buscan que los derechos sociales se reconozcan en
las legislaciones de los países, pero que además se establezcan mecanismos que
garanticen su cumplimiento y su control.
En
México, la Constitución de 1917 incorporó un alto componente social,
principalmente a través de los artículos 3, 4, 25 y 123 constitucionales.
Posteriormente, diversas reformas han ampliado la protección social a nivel
constitucional, tal es el caso de la inclusión de la obligatoriedad de la
educación secundaria en el artículo tercero constitucional en 1992.
Actualmente, la discusión se centra sobre la forma de garantizar el
cumplimiento de dichos derechos.
Las
mediciones tradicionales de desarrollo consideran factores como el Producto
Interno Bruto (PIB), el PIB per cápita, el nivel de industrialización, entre
otras. En el enfoque propuesto por Sen existen cinco tipos distintos de
libertades: “1) las libertades políticas, 2) los servicios económicos, 3) las
oportunidades sociales, 4) las garantías de transparencia y 5) la seguridad
protectora”.[6] Los
factores considerados por las mediciones tradicionales son algunos de los
medios para lograr estas libertades.
Si
bien el desarrollo social implica el mejoramiento de las condiciones de vida y
de bienestar de toda la población, la tendencia de las últimas décadas ha sido
la focalización de los programas sociales y la restricción de las políticas
sociales universales. Esta tendencia ha estado definida por criterios de
eficiencia y de optimización de los recursos fiscales limitados.[7]
Este
enfoque de políticas públicas ha implicado que la principal meta de los
programas sociales sea la reducción de la pobreza, particularmente de la
pobreza extrema. El mecanismo para lograr este objetivo ha sido el impulso del
desarrollo humano a través de la ampliación de las capacidades y de las oportunidades
de los individuos. Estos últimos dos conceptos, que son el referente mundial en
las políticas sociales, son una contribución de Amartya Sen.[8]
Un
tema de especial interés es el vínculo existente entre el desarrollo social y
el desarrollo económico. Actualmente, existe un consenso de que el crecimiento
económico es condición necesaria, pero no suficiente para alcanzar el
desarrollo social. Las propuestas actuales en la materia recomiendan dar un
mayor peso a la “calidad del crecimiento”, esto es, lograr que el crecimiento
económico sea incluyente y contribuya al desarrollo social.[9]
Debido
a que las dimensiones mencionadas del desarrollo social serán abordadas en las
Fichas Técnicas de los Temas de la Agenda Social correspondientes elaboradas
por el CESOP, con relación al tema
de desarrollo social se analizarán variables e indicadores que permiten conocer
y medir las características y el grado de desarrollo social a través de
indicadores generales como el nivel de pobreza.
Bibliografía
Banco Mundial, La
pobreza en México. Una evaluación de las condiciones, las tendencias y la
estrategia del Gobierno, 2004.
Laura Baca Olamendi, et. al., Léxico de la política, FLACSO, CONACYT, FUNDACIÓN HEINRICH BÖLL y
FCE, México 2000, 172.
Levy, Santiago,
“Poverty Alleviation in Mexico”, Documento de trabajo 679, mayo de 1991, Oficina Regional para
América Latina y del Caribe del Banco Mundial.
Midgley,
James, Social Development: The
Developmental Perspective in Social Welfare, Londres, Sage, 1995.
Sen, Amartya, Desarrollo
y Libertad, Editorial Planeta, México, 2000, 19.
Sedesol, Programa Nacional de Desarrollo Social
2001-2006, Superación de la pobreza: una tarea contigo”, 15.
Torcuato S. Di Tella, Hugo Chumbita, Susana Gamba, Paz
Fajardo, Diccionario de Ciencias Sociales
y Políticas, 1ª. Edición, Ed. Ariel, Buenos Aires, 2004, 184.
World Bank, The
quality of growth, Washington, 2000.
[1] James Midgley, Social Development: The Developmental Perspective in Social Welfare,
Londres, Sage, 1995, 8.
[2] Para Pedro Paz, el desarrollo es un proceso de cambio
social deliberado que tiene como objetivo alcanzar los niveles de vida y
oportunidades que presentan las sociedades industrializadas con elevados
niveles de bienestar. En esta definición está implícito el papel del Estado
como promotor de dichos cambios. Pedro Paz, “Desarrollo-subdesarrollo”, en
Torcuato S. Di Tella, Hugo Chumbita, Susana Gamba, Paz Fajardo, Diccionario de Ciencias Sociales y Políticas,
1ª. Edición, Ed. Ariel, Buenos Aires, 2004, 184. En este mismo sentido, Teresa
Incháustegui define el desarrollo social como un proceso de cambio que conduce
a que los países menos desarrollados adquieran los rasgos de los países
industrializados. Teresa Incháustegui Romero, “Desarrollo social”, en Laura
Baca Olamendi, et. al., Léxico de la
política, FLACSO, CONACYT, FUNDACIÓN HEINRICH BÖLL y FCE, México 2000, 172.
[3] Amartya Sen, Desarrollo y Libertad, Editorial Planeta, México, 2000, 19.
[4] Sedesol, Programa Nacional de Desarrollo Social 2001-2006. Superación de la
pobreza: una tarea contigo, 15.
[5] Comisión Nacional de Derechos Humanos. En: https://www.cndh.org.mx/losdh/losdh.htm
[6] Sen, op.cit., 27.
[7] Santiago Levy, “Poverty
Alleviation in Mexico”, Documento de trabajo 679, mayo de 1991, Oficina Regional para América Latina y
del Caribe del Banco Mundial.
[8] Sen se refiere a las oportunidades “que
tienen algunas personas para conseguir lo que mínimamente les gustaría
conseguir (incluida la falta de oportunidades tan elementales como la capacidad
para escapar de una muerte prematura, de la morbilidad evitable o de la
inanición involuntaria)”, así como a la “expansión de las capacidades de las
personas para llevar el tipo de vida que valoran y que tienen razones para
valorar.” Sen, op.cit., 33-34.
[9] Ver World Bank, The quality of growth, Washington, 2000
y Banco Mundial, La pobreza en México. Una
evaluación de las condiciones, las tendencias y la estrategia del Gobierno, 2004.